Camino de Santiago
A poco más de 10 kilómetros de Sahagún, el peregrino jacobeo que haya elegido la pista de tierra paralela al Real Camino Francés, llegará a Bercianos del Real Camino, una localidad cuyo nombre hace referencia a la repoblación con habitantes originarios de la Comarca del Bierzo. Enclavado en pleno Camino de Santiago, Bercianos se sitúa en la primera etapa de la Ruta Jacobe en tierras de León.
Los peregrinos caminan de Sahagún a Calzada del Coto y después a Bercianos del Real Camino para proseguir ruta hacia El Burgo Ranero.
Acoge desde Septiembre del año 2002, uno de los primeros albergues de peregrinos que los Hospitaleros Voluntarios del Camino de Santiago han puesto en marcha en el tramo leonés.
El albergue de peregrinos, de titularidad parroquial, dispone de siete plazas y está abierto durante todo el año.
El Ayuntamiento de Bercianos ha cedido a los Hospitaleros Voluntarios, junto con el párroco de la localidad, D. Aníbal, la antigua Casa Rectoral, que data del año 1850 que están rehabilitando actualmente. Las personas que llegan hasta el pueblo en busca de reposo son alojadas en este albergue, cuyas características detallamos a continuación. José María Nekane y María Antonia, un matrimonio guipuzcoano, son los voluntarios que nos mostraron el albergue. Han atendido a las personas que recorren la Ruta Jacobea y recalan en Bercianos ansiosos de descansar. Además de atender a los peregrinos, dedican un tiempo a reconstruir el local, unas labores para las que también cuentan con la colaboración de otras personas de la zona y otros hospitaleros voluntarios, como Jorge que se pasa varias épocas del año como hospitalero en este albergue realizando importantes reformas.
En este albergue no se cobra, y se mantienen con los donativos que dejan los usuarios. Los hospitaleros no reciben ningún tipo de remuneración y se financian ellos mismos los viajes y gastos de comida. En este final del siglo XX hay muchas personas a lo largo del itinerario que intentan mantener viva esa hospitalidad jacobea que lo ha caracterizado durante mil años, y esta actividad permitir descubrir una nueva dimensión de la peregrinación desde el punto de vista del servicio y la acogida. En definitiva, se trata de otra forma de peregrinar, sin andar, a través de los pies de aquellos con los que se comparte la mesa y una buena conversación.
Entre julio y agosto de 2002 se sanearon las paredes de la casa, el suelo y se reparó el tejado. Las personas se alojan en cuatro habitaciones con colchonetas, otra habitación con literas, y en épocas de abundantes visitas se habilita la parte antigua de la casa, que está en precarias condiciones, en espera de su rehabilitación.
Por último, el Camino Francés, que pasa por Bercianos del Real Camino, ha sido restaurado con un firme de grava apisonada, árboles, fuentes y bancos, exclusivo para los peregrinos.